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17 noviembre 2025

Huérfanos digitales: cómo proteger nuestros documentos del olvido.

Huérfanos digitales: cómo proteger nuestros documentos del olvido

Imagina esto: guardaste un informe en Excel 97 hace 20 años. Hoy intentas abrirlo y… nada. El archivo existe, ocupa espacio en tu disco, pero ningún programa moderno puede leerlo. Se ha convertido en un huérfano digital.


No es culpa de que tu ordenador sea antiguo, ni de que el software haya desaparecido. La culpa la tienen formatos propietarios que cambian internamente, bloqueando el acceso y obligándonos a depender de una sola empresa.

Vivimos un momento crítico en nuestra era digital: estamos acumulando lo que podrían llamarse huérfanos digitales. Son documentos que existen físicamente en discos duros y servidores, pero que ninguna herramienta moderna puede abrir. No se trata solo de tecnología obsoleta, sino de un diseño deliberado que convierte ciertos archivos en inalcanzables.

Este fenómeno es especialmente común con formatos propietarios, cuyos esquemas internos cambian sin documentación pública, bloqueando el acceso y obligando a depender de una versión específica del programa que los creó. En otras palabras, los archivos no desaparecen ni se corrompen, simplemente quedan atrapados dentro del ecosistema de una empresa (Microsoft, coff, coff, coff).


Por qué los huérfanos digitales son un problema

Cuando un documento queda inaccesible:

  • Perdemos información histórica y profesional.

  • Aumenta la dependencia de software específico y, por extensión, de la empresa que lo produce.

  • Los archivos dejan de ser un patrimonio digital y se convierten en un riesgo: pueden perderse para siempre.

Este escenario no es futurista: ya ocurre en miles de oficinas, administraciones y hogares. La solución pasa por usar formatos abiertos y estándares de preservación a largo plazo, y ahí entra ODF.


ODF: la alternativa segura y abierta

El Open Document Format (ODF) ofrece una estrategia confiable para la preservación digital:

  1. Estándar abierto y transparente
    Gestionado por OASIS y estandarizado por ISO/IEC, cualquier persona puede consultar su desarrollo y especificaciones. Esto garantiza que los documentos sean legibles con independencia del software que se use.

  2. Formato comprensible
    Un archivo ODF es básicamente un ZIP con documentos XML. Esto permite que el contenido sea accesible incluso si desaparece el programa que lo creó.

  3. Retrocompatibilidad
    Documentos creados hace décadas con ODF todavía se pueden abrir hoy, asegurando que nuestra información sobreviva al paso del tiempo.

  4. Buenas prácticas de archivo

    • Usar versiones estandarizadas como ODF 1.2 o ODF 1.3.

    • Incrustar fuentes e imágenes para evitar pérdidas externas.

    • Añadir metadatos: autor, fecha, contexto.

    • Revisar y migrar periódicamente los archivos para mantener su accesibilidad.

  5. Copia y redundancia
    Aplicar la regla de 3‑2‑1: tres copias, en dos tipos de soporte, y una fuera del sitio. Documentar todo el proceso para garantizar reproducibilidad.

  6. Complemento con PDF/A
    Para documentos que no se modificarán pero requieren fidelidad visual (actas, contratos), PDF/A ofrece preservación estática y exacta de la apariencia.


Independencia digital

ODF no es solo un formato: es una apuesta por la libertad y la autonomía digital. Al elegir un estándar abierto, no dependemos de una sola empresa ni de sus cambios internos, garantizando que nuestros archivos sigan siendo accesibles en el futuro.

En un mundo donde la obsolescencia planificada y los bloqueos de formatos son cada vez más comunes, ODF se convierte en nuestra herramienta más poderosa para proteger la memoria digital. Porque no solo estamos archivando documentos: estamos preservando nuestra historia, nuestro trabajo y nuestra libertad.

🔚 ¿Por qué importa todo esto?

En una época en la que todo se guarda por cumplimiento normativo, auditorías, trazabilidad y controles internos, no poder acceder a un documento antiguo ya no es solo una molestia: es un riesgo real.

Un archivo bloqueado puede significar:

  • incumplir una auditoría,

  • perder evidencia clave,

  • no poder justificar un proceso,

  • o incluso meterse en problemas legales por no poder aportar documentación histórica.

Por eso elegir formatos abiertos como ODF no es solo una decisión técnica:
👉 es una garantía de que tus documentos seguirán vivos, accesibles y verificables… incluso dentro de 10, 20 o 30 años.

La memoria digital no se improvisa. Se protege.

Fuente: LibreOffice

03 noviembre 2025

🥑 Instalar y configurar Apache Guacamole en Proxmox paso a paso

 Que es Apache Guacamole?

Acceder de forma remota a nuestros servidores, escritorios o equipos de trabajo se ha vuelto esencial, ya sea en entornos domésticos, profesionales o educativos. La mayoría de las veces dependemos de clientes pesados como Remote Desktop, VNC Viewer o PuTTY, que requieren instalación, configuración y mantenimiento en cada dispositivo desde el que nos conectamos.

Aquí es donde entra en juego Apache Guacamole, un proyecto open-source desarrollado por la Fundación Apache, que permite acceder a escritorios y servidores directamente desde el navegador, sin necesidad de instalar nada más que un navegador moderno.

Con Guacamole puedes:

  • Conectarte por RDP, VNC o SSH desde cualquier dispositivo.

  • Centralizar todas tus conexiones en una sola interfaz web.

  • Olvidarte de instalaciones pesadas: solo entras con tu usuario y contraseña.

  • Usarlo como una pasarela de acceso remoto centralizada y segura.

En este tutorial veremos cómo desplegar Apache Guacamole en un servidor Proxmox VE, aprovechando la flexibilidad de los contenedores (LXC) o máquinas virtuales, y con soporte para Docker y Docker Compose. Al final tendrás un servicio completamente funcional, accesible vía navegador y listo para añadir tus conexiones remotas.

🧱 Instalación paso a paso en Proxmox (LXC)

Vamos a aprovechar un script automático mantenido por la comunidad para instalar Guacamole sin complicaciones.
👉 Enlace oficial del script:
https://community-scripts.github.io/ProxmoxVE/scripts?id=apache-guacamole

1️⃣ Crear el contenedor LXC

Desde la consola de tu Proxmox, ejecuta:

bash -c "$(wget -qLO - https://community-scripts.github.io/ProxmoxVE/scripts/setup.sh)"

Esto abrirá el menú interactivo del Proxmox Helper-Scripts.

El script se encargará de crear un contenedor LXC basado en Debian 12, instalar Docker y desplegar Apache Guacamole con todo configurado.

Durante el proceso te pedirá algunos datos, o si hemos escogido la opción por "default" nos lo rellenará todo automáticamente.

🚀 Configuración inicial y primer acceso

Abre el navegador y entra a la dirección del contenedor o servidor.
Por ejemplo:

http://TU_IP:8080/guacamole


Verás la pantalla de inicio de sesión.

Credenciales por defecto:

Usuario: guacadmin Contraseña: guacadmin


➡️ Una vez dentro, lo primero que deberías hacer es cambiar la contraseña de guacadmin:

  1. Clic en tu nombre (arriba a la derecha).

  2. “Preferences” → “Change Password”

🔌 Añadir conexiones (RDP, SSH, VNC)

Desde el panel principal:

  1. Ve a Settings → Connections → New Connection.

  2. Rellena los campos según el tipo de conexión:


🖥️ RDP (Windows)
  • Protocol: RDP

  • Hostname: IP o nombre del equipo Windows

  • Port: 3389

  • Username / Password: credenciales del usuario

  • (Opcional) Marca Enable clipboard o Full screen

💻 SSH (Linux)

  • Protocol: SSH

  • Hostname: IP del equipo

  • Port: 22

  • Username / Password o clave privada.

🧩 VNC (Escritorio remoto genérico)

  • Protocol: VNC

  • Hostname: IP del equipo

  • Port: 5900

💡 Cada conexión que crees aparecerá como un icono en la pantalla de inicio.


🛡️ Buenas prácticas y seguridad

Antes de dejarlo en producción o abrirlo a Internet, revisa esto:

  • 🔐 Cambia la contraseña de guacadmin (¡en serio!).

  • ⚙️ Usa HTTPS (por ejemplo, con un proxy inverso Nginx o Caddy).

  • 🧱 Si lo expones fuera, usa fail2ban o firewall.

  • 📦 Haz copia de seguridad del volumen /config o del contenedor entero.

  • 🚪 Cambia el puerto 8080 si lo deseas (en Docker o LXC).


🧭 Conclusión

Con esto ya tienes tu propio portal de acceso remoto vía web funcionando, sin dependencias de clientes ni software adicional.

Puedes conectar a servidores, PCs, Raspberry Pi o incluso otros contenedores, todo desde una única página web.

💬 Y listo, Guacamole funcionando y accesible desde cualquier navegador.

Nos leemos en el próximo post 👋

15 octubre 2025

🛠 Manual para instalar Vaultwarden en Proxmox usando un script.

Vaultwarden es una alternativa ligera y autoalojada a Bitwarden. Es ideal si quieres tener el control total de tus contraseñas y alojarlo tú mismo en casa o en tu entorno Proxmox. A continuación, te explico paso a paso cómo hacerlo utilizando el script de tteck, que automatiza la instalación en un contenedor LXC.


Copiaremos este enlace en la consola de nuestro ProxMox.

Configura los parámetros del contenedor

El script te pedirá que configures algunas opciones básicas:

  • ID del contenedor: Puedes dejar el valor por defecto o elegir otro si prefieres.

  • Hostname: Por ejemplo, vaultwarden.

  • Dirección IP: Si usas IP estática o DHCP.

  • Tamaño del disco, RAM y CPU: Adapta estos valores según tus recursos disponibles.

  • Contraseña del root para el contenedor.

  • Otras opciones como acceso SSH, backups automáticos, etc.

Puedes usar las opciones por defecto si no estás seguro

Nosotros cogeremos la opción por defecto:

 Accede a Vaultwarden

Desde un navegador en tu red local, entra a:

http://IP_DEL_CONTENEDOR:8000

Ahí podrás crear tu cuenta de usuario.


Y listo, Vaultwarden corriendo dentro de Proxmox, fácil, rápido y sin depender de nadie. Un paso más para tener tu propio ecosistema digital en casa, 100% tuyo.

Nos leemos en el próximo post 👋

13 octubre 2025

De aquel primer post a este número 100

💯 Post número 100: gracias, de verdad.

Cuando publiqué el primer artículo en el blog, no tenía ni idea de hasta dónde llegaría esto. Simplemente quería dejar por escrito lo que iba aprendiendo, los trucos que me salvaban en mitad de una instalación que se resistía, o esas pequeñas guías que a mí me habrían encantado encontrar cuando empecé a trastear con servidores, Docker o Raspberry.


No imaginaba que, años después, acabaría escribiendo esto: el post número 100.

Cien entradas parecen poco, pero cuando pienso en todo lo que hay detrás —las pruebas, los errores, los “¿por qué no arranca?”, las noches frente al monitor y las veces que algo funcionó sin saber muy bien por qué— me doy cuenta de que este blog no es solo mío.

Es también de todos los que habéis pasado por aquí, de los que me habéis escrito un correo con una duda, habéis dejado un comentario o simplemente habéis leído una guía y os ha servido para sacar adelante vuestro proyecto.

Porque al final, esto va de compartir, de no guardar el conocimiento en un cajón, de ayudar a que otro no se vuelva loco con el mismo problema que tú ya sufriste y de ese espíritu de comunidad, es lo que me anima a seguir escribiendo.

A veces me preguntan por qué sigo, si no hay anuncios, ni clicks, ni grandes cifras detrás, y la respuesta es simple: porque me gusta, porque cada vez que alguien me dice que ha montado su propio NAS, o que ha descubierto una alternativa libre gracias a un post, me doy por satisfecho.

Porque en un mundo donde todo cambia a la velocidad de la luz, seguir aprendiendo, compartirlo y hacerlo en nuestro idioma tiene un valor enorme.

Así que gracias.

Gracias por leer, por apoyar, por hacer que este blog siga vivo, por cada “gracias, me sirvió” que llega al correo, por cada recomendación que hacéis a otro que empieza, por cada visita que mantiene esto en marcha.

Este post número 100 no es un punto final, sino una pausa para mirar atrás, sonreír y seguir adelante.

Quedan muchos proyectos por montar, muchos cacharros que revivir, y muchas ideas que compartir.

Nos seguimos leyendo,
Justo 🐧

Huérfanos digitales: cómo proteger nuestros documentos del olvido.

Huérfanos digitales: cómo proteger nuestros documentos del olvido Imagina esto: guardaste un informe en Excel 97 hace 20 años. Hoy intenta...